“Elena me obliga a
sentir el subdesarrollo a cada paso”
Hay algunas películas que cada vez que las ves te recuerdan
por qué te gusta tanto el cine. Este es precisamente el caso de la cinta cubana
de 1968, Memorias del subdesarrollo,
dirigida por Tomás Gutiérrez Alea (conocido por muchos como Titón).
Basada en la novela homónima de Edmundo Desnoes, la trama se
ubica en la Cuba de principios de los
60s, pocos años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro. Sergio es
un burgués que en vez de emigrar a Miami como lo han hecho sus amigos, su
familia y hasta su esposa, decide quedarse en la Habana y sobrevivir gracias al
dinero que recibe por la renta de sus departamentos, convirtiéndose en testigo de
la supuesta transformación de la sociedad.
Sin embargo, a pesar de situarse en un momento histórico
sumamente particular y dramático, la principal riqueza de la cinta es que se
puede cambiar el escenario, e incluso la época, y seguirá siendo una historia
vigente porque explora algunos de los sentimientos más innatos al ser humano:
la soledad, la decadencia y el conformismo. El otro factor que la hace inmortal
es la honestidad del discurso de Titón, un director que supo ver y aprovechar
lo bueno y lo malo de un fenómeno social y político único, sin tomar posturas
radicales y priorizando el arte cinematográfico.
Rodada en blanco y negro, y con pocos personajes, la cinta
juega con los géneros cinematográficos complementando una narración visual basada
en la sutileza y los detalles con imágenes casi documentales de una ciudad que
junto con sus habitantes, se hunde en lo que él llama “el subdesarrollo”.
Memorias del subdesarrollo se ha ganado un lugar entre las mejores películas iberoamericanas de la
historia, según diversas listas cinematográficas hechas por críticos y
cineastas. Pero la verdad es que más allá de cualquier calificativo rimbombante,
es una cinta que te hace reflexionar sin caer en cursilerías o absolutismos y
que cuenta una historia inmortal, como sólo el buen cine sabe hacerlo.
Sin duda, de Cuba han salido muchas cosas buenas, bonitas, de las mejores...insuperables. ;)
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