BIOGRAFÍA

jueves, 22 de noviembre de 2012

MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO



Elena me obliga a sentir el subdesarrollo a cada paso”


Hay algunas películas que cada vez que las ves te recuerdan por qué te gusta tanto el cine. Este es precisamente el caso de la cinta cubana de 1968, Memorias del subdesarrollo, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea (conocido por muchos como Titón).

Basada en la novela homónima de Edmundo Desnoes, la trama se ubica en la Cuba de principios  de los 60s, pocos años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro. Sergio es un burgués que en vez de emigrar a Miami como lo han hecho sus amigos, su familia y hasta su esposa, decide quedarse en la Habana y sobrevivir gracias al dinero que recibe por la renta de sus departamentos, convirtiéndose en testigo de la supuesta transformación de la sociedad.

Sin embargo, a pesar de situarse en un momento histórico sumamente particular y dramático, la principal riqueza de la cinta es que se puede cambiar el escenario, e incluso la época, y seguirá siendo una historia vigente porque explora algunos de los sentimientos más innatos al ser humano: la soledad, la decadencia y el conformismo. El otro factor que la hace inmortal es la honestidad del discurso de Titón, un director que supo ver y aprovechar lo bueno y lo malo de un fenómeno social y político único, sin tomar posturas radicales y priorizando el arte cinematográfico.

Rodada en blanco y negro, y con pocos personajes, la cinta juega con los géneros cinematográficos complementando una narración visual basada en la sutileza y los detalles con imágenes casi documentales de una ciudad que junto con sus habitantes, se hunde en lo que él llama “el subdesarrollo”.

Memorias del subdesarrollo se ha ganado un lugar entre las mejores películas iberoamericanas de la historia, según diversas listas cinematográficas hechas por críticos y cineastas. Pero la verdad es que más allá de cualquier calificativo rimbombante, es una cinta que te hace reflexionar sin caer en cursilerías o absolutismos y que cuenta una historia inmortal, como sólo el buen cine sabe hacerlo. 

viernes, 9 de noviembre de 2012

WEB SERIES


Hasta hace apenas unos años, el productor que decidía hacer una película tenía un reto mucho mayor que conseguir el dinero para producirla, rodarla y postproducirla. El gran reto era distribuirla y conseguir que la cinta llegara a las carteleras. Gran parte de las películas mexicanas que se han rodado en la última década han estado enlatadas por años antes de llegar a las salas (en el mejor de los casos) y otras tantas simplemente nunca vieron la luz. Con las series de televisión la historia era un tanto diferente, pero el final era el mismo, si no había un canal dispuesto a transmitirla no había forma de que ésta llegara al público.

Hoy en día la cuestión con la distribución sigue estando igual y sigue siendo el gran reto de los productores que añoran recuperar algo de la lana invertida.  La buena noticia es que ya hay otras opciones y formas de conseguir que tu peli o serie sea vista: Internet. Bien lo decía Alex de la Iglesia en un polémico discurso durante la entrega del Goya en 2010, “el Internet no es el futuro, es el presente”.

En el caso de las series, que son el principal interés de este post, no sólo han conseguido un medio de distribución a través de páginas como youtube, vimeo y compañía, sino que desde hace algunos años se comenzaron a producir exclusivamente para ser distribuidas en la red, bajo el nombre de “Web Series”.

Por qué hacerlas
Las ventajas son infinitas. Más allá de la más obvia, que es tener la oportunidad de que una gran audiencia vea tu trabajo sin depender de un canal que lo transmita, internet brinda la posibilidad de experimentar con diversas técnicas y temas sin que nadie te censure. En pocas palabras, puedes hacer exactamente lo que mejor te parezca.

Las web series se han vuelto muy populares entre los productores y directores nóveles, pues encuentran en ellas un medio de expresión que si bien requiere de gran cantidad de trabajo y paciencia, no necesariamente de gran cantidad de lana, y en algunos casos, se ha llegado a convertir en la puerta de entrada a las grandes compañías.

El formato casi siempre es el mismo, pequeños episodios de 5 a 10 minutos, editados de forma dinámica. La corta duración no sólo representa menos trabajo a la hora de hacerla, sino que facilita, en teoría, mantener al público enganchado. Digo en teoría porque el gran reto de todo video difundido en internet es precisamente conseguir ese “click” con la audiencia. El tiempo promedio que le toma a una persona decidir si va a seguir viendo un video o no es de apenas 15 segundos. Es decir, que los realizadores tienen solo 15 segundos para conseguir que el público conecte con la historia o de lo contrario habrán perdido un espectador.

Por qué verlas
El principal factor que atrae a miles de espectadores alrededor del mundo es precisamente esa “libertad” de la que hablábamos antes. Ante la opción de sentarse frente al televisor a ver series cuyo formato, género y temática es casi siempre la misma, muchas personas prefieren meterse a la red y escoger entre una enorme gama de propuestas que hablas de problemáticas más cercanas a ellos, y que no suelen tratarse abiertamente en televisión. Si a esto le agregamos que puedes sentarte frente a tu compu y ver la web serie que quieras en el momento que quieras, sin tener que regirte por un horario predeterminado, y además puedes ver un solo episodio, o cinco, como prefieras, la propuesta resulta irresistible.

El éxito de esta idea ha sido tal que los grandes estudios gringos también han decidido sacarle provecho al nuevo mercado. Recientemente se anunció que Anthony E. Zuiker, productor de CSI: Miami, estaba produciendo una serie para internet con un presupuesto similar al utilizado en la serie televisiva: 2 millones de dólares por episodio. Por si fuera poco, ya existe un premio llamado Webby Awards, aunque popularmente se conoce como “el Oscar de internet”.

México no se ha quedado atrás. También aquí se han producido decenas de web series, aunque en realidad esta modalidad todavía no ha tenido el éxito y el auge que ha habido en otros países. Apenas hace un par de semanas Televisa anunció que junto a Univisión producirán una “webnovela”. Y no es primera vez que exploran este mercado, en 2008 Televisa y Pedro Damián produjeron La doble vida, dirigida al público joven y adolescente, y en 2009 produjo una llamada Colinas.

Aquí te dejo algunas recomendaciones de web series que valen la pena echarle un vistazo.


La particularidad de esta web serie, creada por Christopher Kubasik en 2010, es la originalidad de su formato. Inicialmente, la serie estaba compuesta por 62 episodios de 2 a 3 minutos. Sin embargo, estaba pensada de forma tal que si estos episodios se unían, podían convertirse en 5 episodios de 23 minutos cada uno, que es el tiempo que duran regularmente las series transmitidas por televisión. Por si fuera poco, si de juntan estos 5 episodios, la serie se convierte en un largometraje de 115 minutos.

La trama también es atractiva: un misterioso hombre, que se sienta todos los días en el mismo gabinete de un restaurante, puede conceder deseos, por lo que una serie de personajes lo visita esperando cumplir sus sueños. Pero todo en la vida tiene un precio…

La serie de transmite en Estados Unidos a través del portal Hulu y en Latinoamérica a través del sitio Canal FX. Si no puedes verla en este portal, la puedes encontrar en Series Yonkis.


Esta serie de ciencia ficción es otro de los productos que le debe su vida a la popular kickstarted. Sin embargo, si bien el presupuesto fue reducido, el trabajo fue todo lo contrario. Los creadores se tardaron cerca de un año haciendo los efectos visuales de postproducción.

La serie cuenta la historia de un grupo de astronautas que despiertan después de haber viajado 20 años en busca de un lugar donde se mudar la civilización humana, puesto que la Tierra está muriendo. Sin embargo, al despertar se topan con la sorpresa de que han viajado 200 años al futuro, y en nuestro planeta ya no hay rastro de los humanos.

Esta serie la puedes encontrar ya en Youtube.


Esta serie española fue una de las primeras en nuestro idioma. El tema central no podría ser más universal y atractivo: el sexo, y por si fuera poco, abordado de una forma divertida y bastante bien realizada. Este es un claro ejemplo de una serie que si hubiera tenido que ser transmitida en un canal de televisión, jamás hubiera visto la luz.

Con pelos en la lengua, a diferencia de las otras sugeridas, fue hecha por jóvenes para jóvenes y adolescentes. Tal vez por eso resulta tan fresca y dinámica. Puedes ver sus dos temporadas en su página oficial.